En los últimos años nuestra forma de comer ha sido modificado por la sociedad en general y por la industria alimentaria en particular, afectando a un porcentaje cada vez más elevado de la población.

Los casos de mala alimentación cada vez son más habituales y la sintomatología que desencadena puede ser muy diferente: dificultades de concentración, cambios de humor, migrañas, dolor de cabeza, alteraciones del sueño, cansancio, dolores musculares… y por supuesto alteraciones digestivas.

Para nuestra buena salud, la alimentación es determinante

Algunas costumbres y/o alimentos pueden ir debilitando nuestra salud poco a poco ya que provocan en nosotros fenómenos irritativos e infamatorios. Estas generan en nosotros alteraciones digestivas tales como hinchazón de vientre, pesadez, malestar… y como consecuencia se dificulta la pérdida de peso.

En nuestra consulta desde el primer momento, tratamos de buscar señales que muestren la relación entre la alimentación y la razón de la consulta.

A veces, para una mejor valoración del paciente, es necesario conocer en profundidad sus hábitos alimenticios.

Si crees que tu forma de comer está afectando a tu salud, ponte en contacto con nosotros.